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sábado, 7 de marzo de 2015

Enero 7

Genesis 24-25


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Capitulo 24.
Capitulo 25

Isaac y Rebeca

24 Abraham estaba ya entrado en años, y el Señorlo había bendecido en todo.Un día, Abraham le dijo al criado más antiguo de su casa, que era quien le administraba todos sus bienes:
—Pon tu mano debajo de mi muslo, y júrame por el Señor, el Dios del cielo y de la tierra, que no tomarás de esta tierra de Canaán, donde yo habito, una mujer para mi hijo Isaac, sino que irás a mi tierra, donde vive mi familia, y de allí le escogerás una esposa.
—¿Qué pasa si la mujer no está dispuesta a venir conmigo a esta tierra? —respondió el criado—. ¿Debo entonces llevar a su hijo hasta la tierra de donde usted vino?
—¡De ninguna manera debes llevar a mi hijo hasta allá! —le replicó Abraham—. El Señor, el Dios del cielo, que me sacó de la casa de mi padre y de la tierra de mis familiares, y que bajo juramento me prometió dar esta tierra a mis descendientes, enviará su ángel delante de ti para que puedas traer de allá una mujer para mi hijo. Si la mujer no está dispuesta a venir contigo, quedarás libre de este juramento; pero ¡en ningún caso llevarás a mi hijo hasta allá!
El criado puso la mano debajo del muslo de Abraham, su amo, y le juró que cumpliría con su encargo. 10 Luego tomó diez camellos de su amo, y toda clase de regalos, y partió hacia la ciudad de Najor en Aram Najarayin. 11 Allí hizo que los camellos se arrodillaran junto al pozo de agua que estaba en las afueras de la ciudad. Caía la tarde, que es cuando las mujeres salen a buscar agua.12 Entonces comenzó a orar: « Señor, Dios de mi amo Abraham, te ruego que hoy me vaya bien, y que demuestres el amor que le tienes a mi amo. 13 Aquí me tienes, a la espera junto a la fuente, mientras las jóvenes de esta ciudad vienen a sacar agua. 14 Permite que la joven a quien le diga: “Por favor, baje usted su cántaro para que tome yo un poco de agua”, y que me conteste: “Tome usted, y además les daré agua a sus camellos”, sea la que tú has elegido para tu siervo Isaac. Así estaré seguro de que tú has demostrado el amor que le tienes a mi amo.»
15 Aún no había terminado de orar cuando vio que se acercaba Rebeca, con su cántaro al hombro. Rebeca era hija de Betuel, que a su vez era hijo de Milca y Najor, el hermano de Abraham. 16 La joven era muy hermosa, y además virgen, pues no había tenido relaciones sexuales con ningún hombre. Bajó hacia la fuente y llenó su cántaro. Ya se preparaba para subir 17 cuando el criado corrió a su encuentro y le dijo:
—¿Podría usted darme un poco de agua de su cántaro?
18 —Sírvase, mi señor —le respondió.
Y en seguida bajó el cántaro y, sosteniéndolo entre sus manos, le dio de beber.
19 Cuando ya el criado había bebido, ella le dijo:
—Voy también a sacar agua para que sus camellos beban todo lo que quieran.
20 De inmediato vació su cántaro en el bebedero, y volvió corriendo al pozo para buscar más agua, repitiendo la acción hasta que hubo suficiente agua para todos los camellos. 21 Mientras tanto, el criado de Abraham la observaba en silencio, para ver si el Señorhabía coronado su viaje con el éxito.
22 Cuando los camellos terminaron de beber, el criado tomó un anillo de oro que pesaba seis gramos, y se lo puso a la joven en la nariz; también le colocó en los brazos dos pulseras de oro que pesaban más de cien gramos, y le preguntó:
23 —¿Podría usted decirme de quién es hija, y si habrá lugar en la casa de su padre para hospedarnos?
24 —Soy hija de Betuel, el hijo de Milca y Najor —respondió ella, 25 a lo que agregó—: No sólo tenemos lugar para ustedes, sino que también tenemos paja y forraje en abundancia para los camellos.
26 Entonces el criado de Abraham se arrodilló y adoró al Señor 27 con estas palabras: «Bendito sea el Señor, el Dios de mi amo Abraham, que no ha dejado de manifestarle su amor y fidelidad, y que a mí me ha guiado a la casa de sus parientes.»
28 La joven corrió hasta la casa de su madre, y allí contó lo que le había sucedido. 29 Tenía Rebeca un hermano llamado Labán, que salió corriendo al encuentro del criado, quien seguía junto a la fuente. 30 Labán se había fijado en el anillo y las pulseras en los brazos de su hermana, y también la había escuchado contar lo que el criado le había dicho. Por eso salió en busca del criado, y lo encontró junto a la fuente, con sus camellos.
31 —¡Ven, bendito del Señor! —le dijo—. ¿Por qué te quedas afuera? ¡Ya he preparado la casa y un lugar para los camellos!
32 El criado entró en la casa. En seguida Labán desaparejó los camellos, les dio paja y forraje, y llevó agua para que el criado y sus acompañantes se lavaran los pies. 33 Cuando le sirvieron de comer, el criado dijo:
—No comeré hasta haberles dicho lo que tengo que decir.
—Habla con toda confianza —respondió Labán.
34 —Yo soy criado de Abraham —comenzó él—. 35 El Señorha bendecido mucho a mi amo y lo ha prosperado. Le ha dado ovejas y ganado, oro y plata, siervos y siervas, camellos y asnos. 36 Sara, la esposa de mi amo, le dio en su vejez un hijo, al que mi amo le ha dejado todo lo que tiene. 37 Mi amo me hizo jurar, y me dijo: “No tomarás para mi hijo una mujer de entre las hijas de los cananeos, en cuyo país habito. 38 Al contrario, irás a la familia de mi padre, y le buscarás una esposa entre las mujeres de mis parientes.” 39 Yo le pregunté a mi amo: “¿Y si la mujer no acepta venir conmigo?” 40 Él me respondió: “ElSeñor, en cuya presencia he caminado, enviará su ángel contigo, y él hará prosperar tu viaje para que consigas para mi hijo una esposa que pertenezca a la familia de mi padre. 41 Sólo quedarás libre del juramento si vas a ver a mi familia y ellos no te conceden a la joven.”
42 »Cuando hoy llegué a la fuente, dije: “ Señor, Dios de mi amo Abraham, si es tu voluntad, te ruego que hagas prosperar mi viaje. 43 Aquí me tienes, a la espera junto a la fuente. Si una joven sale a buscar agua, y yo le digo: ‘Por favor, déjeme usted beber un poco de agua de su cántaro’, 44 y ella me contesta: ‘Beba usted, y también le daré agua a sus camellos’, que sea ella la mujer que tú, Señor, has escogido para el hijo de mi amo.”
45 »Todavía no había terminado yo de orar cuando vi que Rebeca se acercaba con un cántaro sobre el hombro. Bajó a la fuente para sacar agua, y yo le dije: “Por favor, déme usted de beber.” 46 En seguida bajó ella su cántaro y me dijo: “Beba usted, y también les daré de beber a sus camellos.” Mientras yo bebía, ella les dio agua a los camellos. 47 Luego le pregunté: “¿Hija de quién es usted?” Y cuando ella me respondió: “Soy hija de Betuel, el hijo de Najor y de Milca”, yo le puse un anillo en la nariz y pulseras en los brazos, 48 y me incliné para adorar al Señor. Bendije al Señor, el Dios de Abraham, que me guió por el camino correcto para llevarle al hijo de mi amo una parienta cercana suya. 49 Y ahora, si desean mostrarle lealtad y fidelidad a mi amo, díganmelo; y si no, díganmelo también. Así yo sabré qué hacer.
50 Labán y Betuel respondieron:
—Sin duda todo esto proviene del Señor, y nosotros no podemos decir ni que sí ni que no. 51 Aquí está Rebeca; tómela usted y llévesela para que sea la esposa del hijo de su amo, tal como el Señorlo ha dispuesto.
52 Al escuchar esto, el criado de Abraham se postró en tierra delante del Señor.53 Luego sacó joyas de oro y de plata, y vestidos, y se los dio a Rebeca. También entregó regalos a su hermano y a su madre. 54 Más tarde, él y sus acompañantes comieron y bebieron, y pasaron allí la noche.
A la mañana siguiente, cuando se levantaron, el criado de Abraham dijo:
—Déjenme ir a la casa de mi amo.
55 Pero el hermano y la madre de Rebeca le respondieron:
—Que se quede la joven con nosotros unos diez días, y luego podrás irte.
56 —No me detengan —repuso el criado—. El Señorha prosperado mi viaje, así que déjenme ir a la casa de mi amo.
57 —Llamemos a la joven, a ver qué piensa ella —respondieron.
58 Así que llamaron a Rebeca y le preguntaron:
—¿Quieres irte con este hombre?
—Sí —respondió ella.
59 Entonces dejaron ir a su hermana Rebeca y a su nodriza con el criado de Abraham y sus acompañantes. 60 Y bendijeron a Rebeca con estas palabras:
«Hermana nuestra:
    ¡que seas madre de millares!
¡Que dominen tus descendientes
    las ciudades de sus enemigos!»
61 Luego Rebeca y sus criadas se prepararon, montaron en los camellos y siguieron al criado de Abraham. Así fue como él tomó a Rebeca y se marchó de allí.
62 Ahora bien, Isaac había vuelto del pozo de Lajay Roí, porque vivía en la región del Néguev. 63 Una tarde, salió a dar un paseo por el campo. De pronto, al levantar la vista, vio que se acercaban unos camellos. 64 También Rebeca levantó la vista y, al ver a Isaac, se bajó del camello 65 y le preguntó al criado:
—¿Quién es ese hombre que viene por el campo a nuestro encuentro?
—Es mi amo —contestó el criado.
Entonces ella tomó el velo y se cubrió.
66 El criado le contó a Isaac todo lo que había hecho. 67 Luego Isaac llevó a Rebeca a la carpa de Sara, su madre, y la tomó por esposa. Isaac amó a Rebeca, y así se consoló de la muerte de su madre

Muerte de Abraham

25 Abraham volvió a casarse, esta vez con una mujer llamada Cetura. Los hijos que tuvo con ella fueron: Zimrán, Jocsán, Medán, Madián, Isbac y Súaj.
Jocsán fue el padre de Sabá y Dedán.
Los descendientes de Dedán fueron los asureos, los letuseos y los leumeos.
Los hijos de Madián fueron Efá, Éfer, Janoc, Abidá y Eldá. Todos éstos fueron hijos de Cetura.
Abraham entregó todos sus bienes a Isaac. A los hijos de sus concubinas les hizo regalos y, mientras él todavía estaba con vida, los separó de su hijo Isaac, enviándolos a las regiones orientales.
Abraham vivió ciento setenta y cinco años, y murió en buena vejez, luego de haber vivido muchos años, y fue a reunirse con sus antepasados. Sus hijos Isaac e Ismael lo sepultaron en la cueva de Macpela, que está cerca de Mamré, es decir, en el campo del hitita Efrón hijo de Zojar. 10 Éste era el campo que Abraham les había comprado a los hititas. Allí lo enterraron, junto a su esposa Sara. 11 Luego de la muerte de Abraham, Dios bendijo a Isaac, hijo de Abraham, quien se quedó a vivir cerca del pozo de Lajay Roí.

Descendientes de Ismael

12 Ésta es la descendencia de Ismael, el hijo que Abraham tuvo con Agar, la criada egipcia de Sara.
13 Éstos son los nombres de los hijos de Ismael, comenzando por el primogénito: Nebayot, Cedar, Adbel, Mibsán, 14 Mismá, Dumá, Masá, 15 Hadar, Temá, Jetur, Nafis y Cedema. 16 Éstos fueron los hijos de Ismael, y éstos los nombres de los doce jefes de tribus, según sus propios territorios y campamentos.
17 Ismael vivió ciento treinta y siete años. Al morir, fue a reunirse con sus antepasados. 18 Sus descendientes se quedaron a vivir en la región que está entre Javilá y Sur, cerca de Egipto, en la ruta que conduce a Asiria. Allí se establecieron en franca oposición a todos sus hermanos.

Nacimiento de Jacob y de Esaú

19 Ésta es la historia de Isaac, el hijo que tuvo Abraham.
20 Isaac tenía cuarenta años cuando se casó con Rebeca, que era hija de Betuel y hermana de Labán. Betuel y Labán eran arameos de Padán Aram. 21 Isaac oró al Señoren favor de su esposa, porque era estéril. El Señoroyó su oración, y ella quedó embarazada. 22 Pero como los niños luchaban dentro de su seno, ella se preguntó: «Si esto va a seguir así, ¿para qué sigo viviendo?» Entonces fue a consultar al Señor, 23 y él le contestó:
«Dos naciones hay en tu seno;
    dos pueblos se dividen desde tus entrañas.
Uno será más fuerte que el otro,
    y el mayor servirá al menor.»
24 Cuando le llegó el momento de dar a luz, resultó que en su seno había mellizos. 25 El primero en nacer era pelirrojo, y tenía todo el cuerpo cubierto de vello. A éste lo llamaron Esaú. 26 Luego nació su hermano, agarrado con una mano del talón de Esaú. A éste lo llamaron Jacob. Cuando nacieron los mellizos, Isaac tenía sesenta años.
27 Los niños crecieron. Esaú era un hombre de campo y se convirtió en un excelente cazador, mientras que Jacob era un hombre tranquilo que prefería quedarse en el campamento. 28 Isaac quería más a Esaú, porque le gustaba comer de lo que él cazaba; pero Rebeca quería más a Jacob.
29 Un día, cuando Jacob estaba preparando un guiso, Esaú llegó agotado del campo y le dijo:
30 —Dame de comer de ese guiso rojizo, porque estoy muy cansado. (Por eso a Esaú se le llamó Edom.)
31 —Véndeme primero tus derechos de hijo mayor —le respondió Jacob.
32 —Me estoy muriendo de hambre —contestó Esaú—, así que ¿de qué me sirven los derechos de primogénito?
33 —Véndeme entonces los derechos bajo juramento —insistió Jacob.
Esaú se lo juró, y fue así como le vendió a Jacob sus derechos de primogénito.34 Jacob, por su parte, le dio a Esaú pan y guiso de lentejas.
Luego de comer y beber, Esaú se levantó y se fue. De esta manera menospreció sus derechos de hijo mayor.

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